Llevo meses esperando tener valor para emprender un proyecto al que tengo muchas ganas, quiero que sea un regalo para mi hijo pequeño, una imagen de la mujer que le trajo al mundo, un retazo al que agarrarme para poder contarle poco a poco el comienzo de su vida. Y justo ahora, que no me encuentro en el mejor de los momentos y mi ánimo anda renqueante, pues me he liado la manta a la cabeza. Miles de cuadritos por delante, creo que esta labor me va a acompañar en un largo camino, el de aprender a vivir con la enfermedad de mi hijo, ojalá la última de las cruces sea también el final de ese camino.
Hoy el cielo está oscuro y pesado, el viento es contante, yo lo miro desde la ventana sentada junto a la lámpara con mis hilos, qué hermoso es el invierno y que capacidad tiene de poder poner imagen a miedos y sentimientos a los que a veces, no conseguimos poner palabras.
Quizás por la desnudez que impone esta época del año, se me hace larga y tediosa. No me gusta el invierno con su hielo fantasmal.
ResponderEliminarPreciosa obra y compleja, como nuestras almas, llenas de risas y lágrimas. Valiente, eres, amiga mía...
Es una maravilla nena y tu tienes el valor y la fuerza para sacarlo todo adelante, no lo dudes, ANIMO
ResponderEliminarNo dudes que esta va a ser una de las labores más queridas y con más significado que haya!
ResponderEliminarAnimos, cielo. Eres toda una luchadora!
Hola. Es un cuadro precioso y el sentimiento por el que lo haces más. Me encantaría conseguir el patrón, ¿me puedes decir de qué casa es? Gracias. Te dejo mi mail: marta_diara@hotmail.com
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